Al aire libre. . . entre los árboles

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Estábamos en  la cama platicando y de pronto me dice la chica: oye porque no lo hacemos al aire libre donde este pasado gente.

Me llamo la atención y cogimos el coche hasta un lugar apartado, vimos que por la vía caminaban 3 hombres, nos miramos y dijimos estos son jajaja.

Avanzamos unos quinientos metros detuvimos el coche en una de las orillas, nos devolvimos unos cien metros y pasamos la cerca. Nos corrimos unos diez metros donde había un par de árboles, estaba oscuro porque. . . . miramos a ver qué tan lejos venían los tres hombres y se veían aún muy lejos así que la chica busco mi verga y empezó a chuparla muy despacio, pasándole la lengua por la cabeza muy suave, besándolo muy suave y cada vez más intenso hasta que me la puso dura.

Con la mano me iba masturbando y metiéndoselo a la boca.

Empezamos a escuchar las voces de los hombres que venían por la vía y ella dijo ya casi . . . me dio una última mamada y se bajó el pantalón y se dio la vuelta poniéndome su redondo y sabroso culo frente a mi verga, su conchita ya estaba muy mojada así que le entro muy rápido empezó a moverse buscando que mi verga le entrara toda. Yo empecé a moverme un poco más rápido y ella gemía y decía que rico nene, dame más.

Así que me movía más rápido las voces se escuchaban más fuerte y ya los veíamos como a unos cuarenta metros, venían hablando animadamente mientras nosotros disfrutábamos de la noche y la adrenalina al hacerlo al aire libre y pasando gente muy cerca nuestro.

Como estaban muy cerca tratamos de no hacer mucho ruido, yo seguía penetrándola un poco más despacio y ella se movía un poco más lento, cuando pasaban justo por el frente le di más duro y no aguanto y gimió duro, los hombres se detuvieron y miraban para todos las dos tratando de ver de  dónde había salido un gemido, nos quedamos quietos del miedo que nos descubrieran, como no escucharon nada los hombres siguieron su camino y hablando, cuando los vimos alejar ella dijo que ricoooo nene, dame más, dame duro, dame massss quieero mas, que rico.. . .

Así que sin esperar más le di duro, ella gemía de placer y yo también empecé a gemir, ella tuvo su orgasmo y me dijo ahora dame por el culo.

Lo saque de su conchita húmeda y se lo pase al culito, siempre lo meto lento y una vez ya dentro empiezo a darle duro porque le gusta mucho, así que durante un buen ratico la penetraba despacio y luego más rápido hasta que me pregunto, nene ¿ya te vas a venir? Ya casi nena, ya casi, le conteste . . . . papacito rico, tienes una verga rica, dame más, dame duro.

Ella sabe que eso me excita demasiado y que cuando ya quiere terminar me lo dice para que logre mi orgasmo.

Nos movíamos muy rico y muy rápido hasta que mi lechecita salió y le lleno su culito, cuando la sintió se volteo y se lo llevo a la boca escurriéndome hasta la última gota. Cuando termino busque sus tetas y se las chupe un ratito mientras ella jugaba con mi verga un poquito.

Luego nos arreglamos la ropa y salimos de nuestro escondite hacia el coche que estaba un poco más adelante. Nos subimos y emprendimos la marcha, a los pocos metros le pitamos a los tres hombres que seguían caminado sin saber que había pasado unos metros atrás.

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Carlos Huertas
Carlos Huertas
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