La permití comer en mi mesa, le enseñé Madrid y ella me dio todo, mucho placer

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Me encontraba comiendo en un bar donde también daban comidas durante mi descanso. el establecimiento estaba bastante concurrido, había como 10 mesas y todas estaban ocupadas. Yo estaba de cara a la puerta y ví entrar a una chica con una mochila y una maleta, se dirigió al camarero, hablo con el y se quedó alli junto a la barra, yo estaba solo en mi mesa pero las demás estaban ocupadas por entre 2 y 4 personas por eso el camarero se acercó a mi y me preguntó si me importaba que se sentara esa chica en mi mesa, le dije que no y al pronto se acercó ella, dijo – hola ¿no teimporta? – le dije que para nada y se sentó frente a mi.

Al rato vino el camarero a tomar nota y ella eligió entre los 2 menús que tenían, mientras comíamos nos presentamos, dijo llamarse Miriam y que venía de un pueblo de Valladolid, que había tenido que venir ese dia a recoger la llave de un piso que habían alquilado 4 amigos de su pueblo que iban a abrir una tienda de de venta de productos de su tierra entre los 4.

Me pareció muy simpática y hablaba con voz melosa (como si fuese mucho mas joven) pero muy agradable de oir, tenía pelo muy negro que la llegaba a la espalda, ojos negros. labios carnosos, media estatura y nariz respingona, estaba un poquito pasada de kilos pero no llegaba a ser obesa y tenía 25 años. Comimos, tomamos café y charlamos un rato que ya nos fuimos a la barra y tomé una copa (ella no quiso nada mas)- bueno yo tengo que irme que me quedan todavía dos domicilios que visitar- ella me preguntó en que trabajaba y se lo dije, Miriam me dijo que ella tenía que recoger las llaves del piso a las 8 de la tarde y le pregunté que haría hasta entonces (eran sobre las 3). Le dije que si quería podía quedarse por allí un rato que yo no creía tardar mucho y tomaríamos algo y la acompañaría a por las llaves, aceptó, me dijo vale, le pregunto al camarero si puedo dejar aquí el equipaje y me doy una vuelta.

Regresé a las 5,30 y no estaba, le pregunté al camarero y me dijo que había ido una vez hacía como media hora, pedí una cerveza y me senté en un taburete a esperar, al cabo apareció por la puerta, me preguntó que si ya había terminado y le dije que ya estaba disponible ¿donde quieres ir? le pregunté y ella me dijo que eligiese yo que ella no conocía Madrid.

La llevé a una zona de copas y estuvimos tomando algo en varios locales (ella no tomaba alcohol). Llegó la hora de ir a recoger las llaves y fuimos a su cita por la zona de atocha, luego nos fuimos al piso a dejar sus cosas, le pregunté por sus compañeros pero ellos no llegaban haste el lunes siguiente (ésto era un miercoles), estuvimos un rato sentados en el sofá y le dije que me tenía que ir suponiendo que la entretenía y tenía que organizar el piso, le pregunté si nos veiamos al dia siguiente y me dijo que pasase a buscarla a eso de las 6 – si he acabado- le dije, le di dos besos en la cara y me fuí a mi casa.

al dia siguiente a eso de las 6,30 estaba con ella y salimos a conocer el barrio un poco, era la zona de embajadores, paseamos, tomamos algo, charlamos y reimos. Me dijo que le guataría conocer el rastro, el palacio de deportes y el palacio real, le dije que la llevaría a todos esos sitios pero que al rastro había que ir el domingo. Todas las tardes cuando acababa mi jornada me pasaba a buscarla y saliamos por ahí, le fui enseñando los lugares que quería ver y tomabamos algo donde pillaba.

El viernes la llevé a su casa y me invitó a subir -sube y tomamos algo he comprado bebidas- me dijo, y yo acepté de muy buena gana, no llevaba ninguna intención, subí en plan amigo con una chica que me caia muy bien, tomé unas cervezas y me estuvo hablando de su proyecto con sus paisanos.

En un momento dado cruzó las piernas y me dejó ver parte de unos muslos estupendos, – ven mira como ha quedado mi habitación, me cogió de la mano y me llevó hacia ella ¿que te parece? – muy bonita- le dije y la traje hacía mi y le di un beso en la boca al que ella correspondió, estuvimos unos minutos besandonos y la tumbé en la cama, me tumbé junto a ella y continuamos dándonos besos por el cuello, la cara, las orejas, el pecho… poco a poco le fui desabrochando tres o cuatro botones que llevaba en el escote.

Asomaron dos pechos voluminosos con pezones erectos y dos grandes rosetones circundándolos, empecé a chupar aquellos pechos duros y grandes y comencé a meterle mano bajo la falda, le acaricié largo rato los muslos y al cabo le puse la mano en el coño ¿vas directo eh- me dijo – me gustas mucho- le respondí y ella calló.

Le quité las bragas y vi su hermoso coño esplendoroso con mucho pelo pero no muy espeso y comencé a acariciar ese estupendo y gran coño, noté como se excitaba por su respiración y la desnudé por completo y yo hice lo propio, ella se dejaba hacer sin decir nada solo me besaba por todas partes y empezó a gemir entrecortadamente. la puse boca arriba, la abrí las piernas y le metí la tranca que nada mas entrar le provocó un suspiro, dios que leona, cuando la tuvo dentro empezo a moverse de una manera que yo creia que me iba a romper, se movía bombeando muy fuerte y rapido, se la metia hasta el fondo y la sacaba, era muy buena follando, yo estaba extasiado, un cosquilleo me invadia y sentí mucho gusto aunque no me había corrido todavia. ella en su traqueteo empezo a chillar ay ay ay aaaayyyy y se quedó quieta sobre mi como sin fuerzas, al poco comenzó otra vez con toda su furia hasta que me sacó un chorro enorme de leche que le entró en el fondo de su coño, yo quedé inmovil, sudando y sin apenas poder respirar encima de ella.

-Oye eres una fiera- le dije y me dijo que tenía un tamaño de tranca que la hacía retorcerse de placer, ella también tenía un hermoso coño de labios algo abultados y raja bastánte larga. Nos levantamos, nos vestimos y salimos al salón donde nos sentamos a tomar yo una cerveza y ella un refresco, a mi me temblaban las piernas y seguía sudándo, ella echó la cabeza hacia atras y dijo – madre mia ¡que bien lo hé pasado! – a mi tambien me ha gustado mucho Miriam eres una leona y se echó a reir.Era ya sabado, tomé otra cerveza y quedé con ella a la mañana siguiente a eso de las 10 para ir al rastro de Cascorro, le di un beso que me supo a miel y me marche.

A la mañana del domingo cuando llegue ella me esperaba en un balconcito que daba a la calle donde aparcaba, me chistó desde el balcón, miré hacia arriba y la vi apoyada en la barandilla – ahora bajo hermoso- me dijo y al minuto estaba junto a mi. nos dimos un beso a modo de saludo y montamos en el coche, tuve que dejar el auto retirado del núcleo del rastro por que estaba muy concurrido y fuimos paseando.

Se paraba en todos los puestos a mirar y preguntar algún precio y compró algunas cosas en los diferentes puestos que se detuvo -ésto es inmenso- me dijo -y no has visto ni la cuarta parte- le respondí. Miriam seguía a lo suyo, mirando en todos los puestos y yo estaba ya reventado de caminar arriba y abajo. por fin dijo que si nos íbamos ya y yo le dije vale, buena idea caminamos hacia el auto y había un bar de raciones típicas madrileñas, entramos alli y picamos varias cosas.

Acabado esto le pregunté ¿y ahora que hacemos? – pues la verdad estoy algo cansada- ¿ que te parece si vamos a casa y tomamos algo y descansamos? -excelente idea- le dije. llegamos al coche nos subimos y fuimos a su piso, subimos y nos sentamos en el sofá me dijo que le había gustado mucho el rastro pero que era muy grande para andarlo en un solo dia. Me dijo que se iba a dar una ducha y se metió al baño, yo quedé alli bebiendo cerveza, oí caer el agua de la ducha y me excité mucho, me desnudé y entré al baño había una cortina para tapar la vista cuando te duchabas, la aparté, me vió y me dijo¿que haces aquí? – esperando por si te tengo que frotar la espalda, ella se echó a reir y dijo -buena idea, anda entra y frotame-.

Entré en la bañera y me puse bajo el chorro de agua al rato cogí una esponja le eché gel y empecé a frotarla por la espalda, tiré pronto la esponja, me puse tras ella y le cogí los pechos, fuy bajando la mano hasta llegar al “felpudo” y le introduje dos dedos en la raja, empecé a acariciarla y estaba tan suave que me puse muy cachondo, ella también, abrió las piernas lo que pudo , se inclinó hacia adelante y apoyó las manos en la pared, comenzó a gemir y me cogió con una mano el pene y tambien empezó a acariciarme – que suave y que duro esta- me dijo -pues es todo para ti- le contesté, cerré el grifo y salimos de la bañera a secarnos (los dos a la vez con la misma toalla) notó mi tranca en su cuerpo y me dijo -hala como estás, se te ha puesto durísima- y la cogió y estubo un rato jugando co mi tranca. Nos fuimos a su cama desnudos y nos echamos encima.

Nada mas tumbarnos le cogí en un manojo el pelo de su coño y le dije -ahora eres mi prisionera- me eché a reir y me dijo – como me hagas daño veras que hostia. y se echo a reir ella también, ella estaba boca arriba, abrio las piernas algo encogidas por las redillas y me ofreció aquel coño jugoso, yo no me hice esperar me puse encima de ella y le metí la maza hasta el fondo, alli me detuve y al rato continué a sacar y meter hasta el fondo mi pene y luego me paraba otro ratito, ella se ponía nerviosa, ansiosa de que continuase pero lo volví a hacer otro par de veces mas.

Miriam estaba ya que reventaba, gemia, respiraba fuerte y le temblaba la voz le di varias arremetidas seguidas y empezó a retorcerse (literalmente) se pegó una monumental corrida y quedó quieta dejándome a mi todo el trabajo, le meti el pene hasta el fondo y le eché una corrida que a mi tambien me dejo exhausto. Mucho rato sin hablar ni una palabra despues de quitarme de ecncima de ella, solo resuellos y jadeos por ambos ( fué un polvo monumental, sentí un placer muy intenso y duradero y supongo que ella igual).

Nos quedamos quietos, al rato me giré hacia ella le eché un brazo por la cintura y nos encontrábamos tan a gusto que nos que damos dormidos en aquella posición. Cuando abri los ojos y mire un despertador que tenía en la mesita vi que eran las 9,45 de la noche,desperte a Miriam y comenzamos a “jugar de nuevo” como a pelearnos hasta que la puse a 4 patas y le volví a meter la tranca, ella gimio y comenzó a recular para sentirla muy adentro y se movía muy rapidamente adelante y atras al compas mio, de nuevo -ayy, ayyyy, aaaayyyy y se corrió nuevamente, yo seguía dando marcha al cuerpo y al rato, otra vez, ayyy, ayyyy aaaaaahhh y nueva corrida pero en esa le acompañé yo con otra extenuante corrida, descansamos un rato, nos vestimos y bajamos a buscar donde comer algo, tomamos unas copas en varios locales y la acompañé a su piso, tras un rato haciendo balance de como había ido el dia los dos coincidimos en fué una jornada inmejorable, me levanté le di un largo beso en la boca y marché para casa.

Miriam me dió dos dias que me hicieron estar en una nube.

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