Anécdotas de incesto entre hermanos

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Estaba sentado al lado de la cama, echado en un puf. Mi mejor amigo Juan jugaba a la play 2, mientras yo lo miraba y comía unos doritos.

¿Dónde fue el lugar más raro donde cogiste?

Mi amigo comenzó a pensar, mientras seguía masacrando aliens.

Tardo un rato en responder.

Supongo que, en los vestuarios de una pileta. Mi familia tiene membresía en un camping por el trabajo de mi viejo. Fue idea de Caro en realidad, a ella le prende eso de coger en lugares públicos, y ese día estaba mas alzada que de costumbre. Al principio solo iba a ser un pete, al menos así me dijo ella, pero bueno la cosa fue más allá y termino con el culo lleno de leche. 😉

Lo quede mirando, la historia me estaba calentando, quería más detalles.

¿Y como hicieron para que no los descubran?

Juan sonrió, parece que se sentía orgulloso de esa cogida.

Primero no sabíamos si ir al vestuario de hombres o al de mujeres, al final nos decidimos por el de hombres ya que parecía el mas vacío. Esperamos a que no haya nadie y entramos a una de las duchas individuales y cerramos la cortina.

Por suerte poca gente entro, pero se sintió extremadamente placentero y arriesgado.

Bueno, ahora es tu turno de responder, ¿Qué fue lo mas sucio que hiciste con Sandra?

Esta pregunta me descoloco, porque pensé que mi amigo me iba a preguntar lo mismo. No había secretos entre nosotros, por lo que podíamos preguntarnos cualquier cosa y el otro tendría que responder.

Me quede pensando hasta que se me ilumino de golpe el foquito.

Te vas a caer de culo, también fue en un lugar público. Estaba con Sandra en el búrguer de Plaza Italia, cuando ella me pidió que le compre un King Fusión Oreo, y cuando se lo lleve me dijo que lo quería extra cremoso.

Mi amigo me miro de reojo, se estaba emocionando, pero no quería presuponer nada.

Fui al baño y volví con un vasito descartable lleno de wasca tibia, los ojos de Sandra se iluminaron y no tardo en agregar su aderezo especial.

Juan tuvo que pausar la partida.

Te la tenías bien guardada esa, nunca me contaste. Ahora me dan ganas de hacer lo mismo con Caro, de seguro la idea le encanta.

Pensar que hace dos años atrás te la jalabas oliéndole las tangas y ahora hasta le metes la lengua en el orto.

Estaba por decirle algo cuando me llega un mensaje de Sandra.

Mamá y papá me dijeron que van a ir al shopping a ver una peli, y yo llego temprano de la facu. Tenemos la casa solita a la noche (emoticones de corazones), compra forros.

Se me puso la verga como una piedra.

Esta noche tengo la casa libre, hace días que no cogemos con Sandra. Che ni ganas de ir a la farmacia, ¿no tenés algunas cajas de preservativos que te sobren?

Juan señalo la mesita de luz y me dijo que agarre los que necesite.

Que suerte que tenés, Caro se fue con unas amigas de la facu al norte de vacaciones por todo un mes, nunca pensé que iba a extrañar tanto ver el culo de mi hermana paseándose por la casa.

A todo esto, hablaste con Sandra la idea de ¿ir a un telo los cuatro?, ahora ya se puede.

A veces todavía me sigue pareciendo increíble, tener un amigo con el que pueda hablar abiertamente de mi secreto.

Conocí a Juan hace 4 años en la carrera de Ingeniería civil, teníamos gustos parecidos por lo que no tardamos en volvernos buenos amigos.

Era tan cercano y por alguna razón sentía que podía contarle cualquier cosa que él no iba a juzgarme.

Le confese que algunas veces había tenido sueños húmedos con Sandra, y que me costaba verla de manera normal.

Lo tomo con completa naturalidad y fue cuando él me confeso abiertamente su relación con su hermana, cosa que alimento más mi morbo.

Comencé a obsesionarme la mía, Juan me pregunto si yo olía la ropa interior de mi hermana, y que era de las cosas más excitantes. Cuando lo hice por primera vez fue de lo más gratificantes y tengo que confesar que no perdía oportunidad cada vez que salía de bañarse.

Sandra y yo nos fuimos volviendo de a poco más cercanos y hablábamos de todo.

Comenzó a pedirme que le haga masajes en la espalda y en las piernas, que eso la relajaba un montón. Me contaba sus intimidades, de los chicos de la facultad con los que había tenido relaciones, y como le gustaba que le hagan el amor.

 Masajes que le hacia tarde por la noche en su cuarto a puerta cerrada, porque seguramente nuestros padres no lo verían normal, sobre todo porque Sandra se quedaba en ropa interior.

Mis manos recorrían sus muslos, y se detenían a escasos centímetros de su sexo, cubierto solo por una fina tela.

Recorrían desde la palma de sus pies hasta su delicado cuello, dándole el mayor placer posible.

Cuando me anime a contarle a Juan sobre los masajes especiales él me dijo bien claro, tu hermana te tiene ganas.

Y el sabía que yo también le tenía ganas a ella, sino no le andaría oliendo la ropa.

Pasaron varios días sin que fuera a su cuarto a darle masajes, tratando de asimilar las cosas.

Llego el cumpleaños de la abuela y fuimos todos a la casa. En el fondo ella tenía un parque con un árbol grande. Estaba ahí, sentado cuando mi hermana me vio y se sentó en mi regazo, alegando que sentía los hombros entumecidos por todos los días que no le di su masaje especial como lo llamaba ella. Mas que reproches de hermana parecían las quejas de una novia desatendida.

Tomé sus hombros y comencé a masajearlos, mientras escuchaba su respiración cada vez más pesada y agitada.

Recordé lo que me había dicho Juan, y aprovechando que no había familiares a la vista, agarre uno de sus pechos y comencé a masajearlo.

Grande fue mi sorpresa cuando no solo no me reprocho, sino que comenzó gemir suavemente y mover sus caderas, sintiendo mi verga dura contra su culo.

Hasta que te decidiste a actuar, me dijo ella y llevo mi otra mano bajo su falda. Pude sentir lo mojada que tenía la tanga, mientras la frotaba con mis dedos.

Nos asustamos cuando apareció el tío Rubén, diciendo que ya estaban por cortar la torta. Por suerte estaba medio tomado y no noto mi mano debajo de su falda y la otra tocando sus tetas. O bien se hizo el tonto.

Juan me saco del trance volviéndome a preguntar lo del telo.

Perdón, me estaba acordando la primera vez que le frote la concha a Sandra. Si, le pregunte y le pareció una idea interesante pero primero quiere que salgamos a tomar algo a un bar como para conocernos mejor.

Le mostré fotos de ustedes, y me dijo que tu hermana esta super buena y que hasta le vinieron fantasías lésbicas. Pero primero tiene que volver tu hermana del norte, antes que nada.

Juan puso una mueca y volvió a centrarse en matar aliens, algo deprimido.

Que ganas de meter mi cara en el culo de Caro, para colmo me vive mandando fotitos en tanga o bañándose, me quiere volver loco esta mina. Cuando venga le voy a dejar el culo tan abierto que no se va a poder sentar bien por una semana.

Me tente de risa con lo que me dijo, y pensé en Sandra, y en hoy a la noche. Decidí que era hora de ir partiendo a mi cena romántica.

By: Maturbador de Mentes 😎

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