Me encanta hacer horas extras con Jorge
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Desde hace varios meses trabajo en una empresa que realiza el mantenimiento de calefones a gas y eléctricos, me siento a gusto porque mi jefa es una gran persona y me ha tomado mucha confianza, me gusta mucho salir a trabajar fuera de la empresa visitando clientes y conociendo gente, es mucho mejor que pasar todo el día encerrado en el taller.
Tengo que confesar que me encanta hacer horas extras sobre todo con Jorge, un joven mulato de 1,90m de estatura, pelo rizado, grandes ojos, labios sensuales, un físico muy definido y una verga de 24cm que llama la atención aunque el overall sea holgado. 😎
Con él hemos intimado mucho desde que en una ocasión en la que se hallaba muy triste, le presté oído a una decepción amorosa por la que estaba pasando, su novia se había marchado porque regresó con su antiguo amor y él quedó desecho. En esa ocasión Jorge me pidió que le acompañara a tomar unos tragos para conversar, su situación anímica provocó que se embriagara rápido por lo que tuve que acompañarlo a su casa que por cierto quedaba bastante apartada.
Cuando llegamos se había hecho bastante tarde y por temor a que me pase algo Jorge me invitó a quedarme a dormir lo cual acepté gustoso porque no he de negar que veía en eso, la oportunidad de cogerme a ese precioso muchacho.
Todo se daba a mi favor ya que Jorge solo tenía una cama grande y pocos muebles por lo que era obvio que tendríamos que dormir juntos.
La borrachera se le había pasado un poco pero no lo suficiente por lo que se quedó dormido con todo y ropa, yo aproveché esto para entrar al baño, desarmar la ducha de mano y hacerme un buen enema por si tenía suerte y lograba que Jorge terminara follándome. Fue muy agradable sentir el tibio chorro de agua que ingresaba en mis entrañas para dejar mi ardiente cavidad dispuesta para la entrada de tan magnífica pieza. 😍
Cuando regresé al dormitorio él aún dormía, procedí a desvestirle supuestamente para que se meta a la cama pero al sentir su musculoso cuerpo y ver esa enorme pinga que resaltaba bajo el pantalón, no me pude contener y con temor pero muy excitado le acaricié repetidas veces el bulto que empezó a agrandarse.
Mi pene empezó a mojarse profusamente y el culo se me contraía continuamente, era imposible abandonar el intento por lo que me arriesgué y le solté el botón y bajé el cierre del pantalón, el enorme badajo prácticamente saltó al ser liberado, lucía algo húmedo producto de las caricias que le había dado y sin pensar más volví a tocarlo, en este punto no sé si Jorge ya se había dado cuenta de lo que estaba pasando pero sus ojos se mantenían cerrados.
So pena de que me echara a esas horas de su casa, me decidí y le propiné una lamida por todo lo largo del descomunal falo y empecé a besarle el bálano que de a poco se iba haciendo cada vez más grande, la cabeza de esa deliciosa verga parecía una enorme bellota y no dejaba de emanar un cristalino líquido que con mi lengua no dejé escapar. 😜
En ese momento Jorge abrió los ojos y sin decir nada empujó mi cabeza para provocar que su excitada verga entrara en mi boca aún más, yo estaba feliz por la aceptación que mi macho le daba a la labor que con mi boca hacía, lejos de enojarse se mostraba complacido y jadeaba de placer cuando con energía le chupaba su vergota.
Me pidió hacer una pausa para tomar una ducha y cuando regresó me ofreció otra vez aquel venoso chorizo para que lo mame otra vez, de nuevo pase mi lengua por el tronco y por la punta y abriendo la boca al máximo me metí como queriendo tragar sus dos enormes pelotas para luego empujar hacia atrás sus piernas y lamer su cerrado culo.
Era excitante escuchar los gemidos que le arrancaba cada vez que intentaba meter mi lengua en su apretado hoyo, mientras hacía toda esta labor oral me había ya quitado la ropa de tal forma que de un salto estuve sentado sobre su pelvis moviendo mis nalgas sobre su verga, el hombre no creía todo lo que estaba pasando. 🤣
Su arrechera era tal que solo quería ensartarme la verga a como dé lugar para lo cual ayudé poniéndome una buena cantidad de saliva en el hueco y dirigiendo con la mano la punta del duro fierro hacia mi puerta de entrada la cual estaba empapada pero aún no dilataba.
Con suaves empujones Jorge fue abriéndose camino hacia mis adentros, yo hacía movimientos circulares sobre la punta del hierro y él poco a poco fue incrementando la fuerza y la frecuencia de sus intentos hasta que por fin me la metió hasta adentro, yo sentía como esa pinga me recorría por dentro.
Él con sus grandes manos puestas sobre mis nalgas, me levantaba un tanto para luego dejarme caer sobre su chorizo al mismo tiempo que lo empujaba, era un pistón que me entraba y salía al ritmo de mis gemidos, tenía ya el culo completamente dilatado y mis líquidos mojaban esas pesadas bolas que chocaban contra mi trasero.
Me la saqué solamente para cambiarme de puesto, ahora él estaba sobre mí y mis piernas se apoyaban en sus fornidos hombros mientras su gran pedazo me taladraba el hueco, luego puse mis piernas a los costados y cuando se vino sobre mi pude por fin besarlo, su lengua se apoderó de mi boca mientras la verga me hundía. 😎
Los dos sudábamos y gemíamos al mismo tiempo, me susurraba al oído que le encaba mi hueco, yo le pedía cachondo que me rompiera el trasero hasta que el macho ya no pudo más y me llenó el culo con su espesa leche, un chorro abundante y caliente que evidenciaba la abstinencia pasada.
Terminé masturbándome mientras sentía como por mi puerta trasera se escapaba el cremoso regalo de mi nuevo amante.
Desde ese entonces y cada vez que hay que hacer “horas extras”, voy dispuesto a ser enculado por mi hermoso compañero.
Hasta pronto.
By: Sexpleno
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