Desnuda frente al maestro de la pintura

Un dia mi tia dijo al refrerirse que tener una foto mostrandose desnuda cuando se es joven le vendria bien al alma ver la foto treinta años despues. Se lo mencione a mi esposo que somos de la misma edad veinticinco años y despues de pensarlo por dos dias buscamos al maestro pintor."

Por supuesto, mi esposo estaba presente cuando me desnudaba frente al maestro de la pintura. Mi esposo no se despegaba de mi ni un instante cuando el maestro me habia comenzado a dibujar. Todo parecia estar en control y a veces mi esposo me preguntaba si en verdad queria seguir con la pintura cuando el maestro nos decia que nos callaramos porque él necesitaba mucha concentrancion.

Mi esposo se callaba y de reojo miraba al maestro que me miraba la panocha que habia llevado sin depilar para que el dibujo fuese mas natural. Mi esposo solo miraba y sabia lo que pensaba que ningun otro hombre en la tierra me habia conocido jamas el culo pelado. Mi esposo y yo siempre fuimos muy reales con las cosas de la vida y superabamos a otros por ese lado.

Llegaba cerca de mi y mi esposo tambien lo hacia y el pintor me decia que la cara tenia que estar en cuarentaicinco grados de perfil, mierda que yo no se nada de ello. El pintor se alejaba, pero ahi estaba su miron de panocha y tetas. Se asomo un hombre desnudo y pedia permiso su pintor para preguntarle algo a mi pintor. El hombre desnudo que mis ojos miraban estaba delicioso y mis ojos estaban como los de mi pintor mirando a todo vapor la berga del hombre desnudo cuando mi esposo me decia 'Vamonos a la mierda de aqui porue nunca pense que esto seri asi.

Los dos pintores se quedaron mirando y uno le guiño al otro. Mi pintor se fue a otro cuarto y traia a una mujer pintora que dibujaba el culito de una mujer de la misma edad de nosotros y mi esposo cambio su semblante de una vez al ver aquella princesita con unos pelos rubios en su panochita al igual su cabello. La pintora tenia una clienta muy llevadera que hasta se sonrio con mi esposo que ya le valia berga que mi pintor me mirara todo.

El hombre desnudo parecia ser novio de la rubia porque despues se ponian juntos en una posicion donde se miraba que estaban cogiendo. La rubia solo recibia mitad de la berga del hombre desnudo y se detenian para que los pintores pudieran dibujar el cuadro en accion. Mi esposo fue expulsado del salon y se queria quedar prometiendo que se quedaria quieto y la rubia en un estado fijo decia entre dientes "Pobrecito, dejenlo estar".

La pintora le decia la novio de la rubia "Por favor no se la metas mas y estese a como esta". Mi pintor estaba atrazado conmigo porque miraba a los otros pintores trabajando en lo de ellos. La pintora decia que ese trabajo estaba muy fuerte y sentia que ya estaba mojada "Colega, si supiera como la tengo de tesa, pero el trabajo primero" dijo el otro pintor, mi pinor solo les miro y se puso a reir. Mi esposo ya no se podia parar porque yo sé que la tenia parada. La sesion habia terminado y tenia que regresar en dos semanas para que me dibujaran la panocha.

Mi esposo en el camino me sugeria que hicieramos los mismo que la otra pareja para recordar lo como nos mirabamos cuando eramos joven. Un mes mas tarde me entragabn la pintura y mi esposo me tenia hasta lo huevos en la pintura. La guardamos en la caja fuerte del banco y a ver si llegamos a vivir los treinta años.