La Fiesta Inolvidable, mi primera masturbación
Mi primera masturbación propiamente dicha fue totalmente casual. Sucedió una tarde en que estaba en la ducha y comencé inocentemente a juguetear con mi vulva, haciendo que el agua caliente se deslizara por entre mis labios vaginales. Poco a poco fui sintiendo unas incontenibles ganas de frotarme mi vagina, hasta que llegue a descubrir que era el clítoris el punto más sensible.
Al refregármelo logre un placer hasta entonces desconocido para mí, estuve largo rato entretenida en estos devaneos y la verdad es que lo disfrute muchisimo. Estos juegos se fueron haciendo cada vez más reiterados, pero no pasaban de hacerme sentir un gustito especial, muy agradable, pero nada que se pudiera considerar un placer arrebatador.
Sin embargo todo cambio, en una oportunidad en que se celebró el cumpleaños de mi hermana, con una fiesta en mi casa. Ella y dos amigas estuvieron preparándose toda la tarde para la ocasión, me llamo poderosamente la atención el interés que ellas ponían a sus ropas interiores, así como también acerca del tamaño, dureza y firmeza de sus pechos, muslos y nalgas. Durante todo el tiempo que estuvieron en estos preparativos, ellas no dejaron de hablar sobre los muchachos que asistirían.
La fiesta comenzó tan normal como cualquier otra, bailes, algo de comida, algunos tragos y bebidas. Pero para mí fue la primera fiesta en que pude quedarme hasta tarde y debido a este privilegio, tuve la oportunidad de observar algunas situaciones que me sorprendieron mucho.
Estuve mirando atentamente durante toda la fiesta como las chicas y chicos de entre los 17 y 20 años, se besaban y se acariciaban atrevidamente, en presencia de los demás como si no les importase que los observasen. Quedaron en mi mente muchas imágenes sensuales, que daban vuelta en mi cabeza. Recordaba especialmente a una morena muy sensual, que durante toda la fiesta se dedico a coquetear con cuanto muchacho había bailado con ella. Cada vez que bailaba con algún chico, ella se contorneaba casi como las bailarinas de cabaret, era obvio que sabia perfectamente como calentar a la audiencia masculina, abrazaba a los chicos y movía cadenciosamente sus caderas mientras los rozaba con su cuerpo incitantemente.
Cada vez que algún lolo terminaba de bailar con ella, yo podía apreciar nítidamente unos manifiestos abultamientos, que sobresalían notoriamente de sus entrepiernas. Me llamo tanto la atención estas prominencias, que me dedique durante largo rato a observar como ella los excitaba bailando. Además era obvio que ellos no podían evitar mirarla, mientras caminaba o danzaba, moviendo sensualmente su empinado trasero, esa chica se daba perfecta cuenta como las miradas de todos ellos se concentraban en sus bien formadas montañas traseras, que hacían resaltar nítidamente sus pequeños cuadros, que se dibujaban con toda claridad a través de la delgada tela de su ajustada minifalda.
No podía evitar la curiosidad que me provocaban esas escenas, las ganas de sentirme seductora y poder atraer la atención de tantos muchachos apuestos y varoniles, me hizo imaginar por largos momentos, que era yo la protagonista principal de aquel baile. Pero la triste realidad es que yo aún era tan chica, que ninguno de los chicos, ni siquiera me invito a bailar.
Cuando me fui a acostar, mi cuerpo estaba como alterado y sentía una extraña secreción y una sensación de hormigueo en mis partes intimas. Me acosté y comencé a tocarme como siempre muy suavemente, pero en esta ocasión en vez de inventar fantasías infantiles como lo hacia siempre, comencé a imaginar que yo era cada una de las niñas a las que había visto besarse y dejarse tocar por sus parejas.
Especialmente tenia muy grabada en mi mente, a una pareja que había visto agarrando en el patio. Ella era una chica alta, pelirroja, parecía una estatua de sensualidad, el lolo que estaba con ella la contemplaba, la besaba y la acariciaba con una extraña mirada llena de lujuria Estaban abrazados muy apretados el uno al otro manoseándose, él con sus manos tocaba por encima del liviano vestido los enormes senos. Ella jadeaba y lo besaba al sentir el contacto caliente de sus manos, mientras lo dejaba hacer. En un instante, con la otra mano, él le acaricio las nalgas y la fue desplazando por sus caderas, hasta llegar a tocarle el prominente triángulo de su pelvis, palpando con sus dedos a través del vestido sus zonas más intimas.
Ella no rehuía el contacto, sabia como hacerse desear ya que por instantes juntaba las piernas fuertemente, dificultando los manoseos del chico, quien pese a las dificultades, en un momento por fin logro meter su mano por debajo del vestido, comenzando a acariciarla intensamente. Como un sátiro desatado abrazó fuertemente a la colorina, mientras su mano acariciaba con sus dedos su vientre y su sexo sin cesar.
Mientras recordaba esas imágenes, mis juegos eróticos se fueron convirtiendo en algo totalmente diferente a todas las oportunidades anteriores, en tanto me tocaba mi cuerpo sentía un extraño cosquilleo en mi abertura, como haciéndole un silencioso llamado a mis propios dedos. Apenas puse mi mano en mi vulva, sentí como una corriente que logro ponerme la piel de gallina, apenas incursione con mis dedos en mi ardiente gruta, note que mis dedos se iban mojaron por completo con mis suaves y calientes fluidos íntimos, mi clítoris estaba muy inflamado y cuando me lo toque me transmitió un placer tremendo que me consumió entera.
Por un momento me sorprendí de lo que me estaba sucediendo, pero era tan placentero palparme y acariciarme, que abandonándome por completo a mis sensaciones seguí con mis manoseos percibiendo intensamente con todos mis sentidos, el inmenso placer que me estaba provocando. Con una desconocida inteligencia, mi otra mano se acomodo sobre mis pechos, rozándolos, apretándolos y acariciando voluptuosamente mis pezones que se me endurecieron al instante poniéndose muy duros y empinados. Mi otra mano acariciaba incansable mi hinchada, jugosa y tierna conchita, sentía una extraña y excitante viscosidad muy novedosa para mí por lo abundante, lo que hacia que mis dedos se desplazaran con facilidad por entre mis íntimos pliegues. Poco a poco comencé a mover mis caderas de un lado a otro, y a introducirme suavemente los dedos, en ese instante estaba acostada debajo de las sabanas, así que decidí destaparme y abrí las piernas tanto como pude para poder mirarme.
Separe ansiosamente los carnosos labios de mi vagina con ambas manos y deje al descubierto mi rosado y erecto botoncito de placer. Empecé a masturbarme frotándomelo muy delicadamente. Como estaba ligeramente inclinada hacia adelante y con las rodillas un poco dobladas, podía observar claramente como mis dedos se desplazaban por encima de mi jugoso y excitado clítoris. Muy pronto aumente tanto la presión, como la velocidad del movimiento de mis dedos.
Mi respiración se agitaba y mi corazón latía con toda intensidad. De pronto sentí que necesitaba introducirme suavemente los dedos adentro de mi vagina. En ese momento, cerré los ojos, levante las rodillas y me frote aceleradamente, de una manera totalmente nueva y por supuesto muy distinta al manoseo de mis primeras experiencias onanistas.
En un instante mi excitación llego a tal punto, que mi respiración se acelero, y poco a poco todo se nubló, mi cuerpo se tenso y sentí un indescriptible placer, que comenzaba en mi vagina y que consumía por completo hasta el ultimo rincón de mi cuerpo, con un maravilloso y extraño delirio, me masturbe frenéticamente, hasta que en medio de un estremecimiento, grite de placer y caí sobre la cama agotada, dejando en mis dedos, las húmedas pruebas de mi primer y solitario autoplacer.
Había conseguido mi primer orgasmo y había sido maravilloso, extraordinario, incomparable. A partir de entonces recurrí constantemente y en innumerables ocasiones, a estos juegos en una desesperada búsqueda por darme cada vez más placer. Llegue a realizarlo tan seguido, que prontamente me convertí en una experta pajera, lograba con suma facilidad excitarme a fondo consiguiendo continuos, intensos y deliciosos orgasmos cada vez más placenteros.
Relatos relacionados
Hago todo lo posible porque me vea, sin embargo cada vez que me mira me intimida y me pongo roja, me da la impresión de que ya sabe que me gusta, no, no se trata solo de gusto, es deseo, un increíble deseo de follar con el.
se trata de camilo, un chico de la universidad que ve un par de clases conmigo y fue hasta hace poco que me empezó a atraer, aunque tengo novio no puedo dejar de pensar en lo rico que la pasaría con él, en todo...
04-Mar
23706
Todo comenso despues de la muerte de mi padre nos mudamos para comenzar de nuevo lo que seria una vida normal mi nombre es jose mi madre su nombre es carmen es una mujer muy hermosa con su piel trigueña ojos y cabello negro para tener 33 tiene un par de piernas espectaculares y culo muy firme y unas tetas que se ven como una delicia pero tiene un gran problema siempre fue muy arogante y orgullosa desde hace un tiempo vi que mi ...
18-Feb
58678
Quisiera contarles este caliente relato que experimente una tarde en mi trabajo de oficina. Estaba muy cachondo ya de ver porno, de escuchar como gemian esas putas y esos travas cuando lo cogian por el culo, deseaba enormemente tener aprisionado en mi orto un choto asi de grande y caliente, fruncia el culo para morder y sentir el hilo dental de la tanguita que me habia puesto un rato antes para sentirme mas femenina y deseada, mientras no dejaba de observar como se retorcian de placer con cada culiada que...
28-Jul
24458
[Grandes Relatos] Era habitual, desde ya hacia muchos meses, que de vez en cuando apareciera en casa con una sorpresa para mi mujer. Dando vueltas por el Sex Shop, se me venia a los labios una sonrisa al recordar la primera vez que se me ocurrió comprarle un juguete a Laura, y el nerviosismo que me asaltaba camino de nuestro domicilio, sin saber si esa noche me esperaba un gran polvo, o una bronca por parte de ella. Tras varios años de casados, la mutua masturbación era uno de nuestros pasatiempos favoritos. Los dos habíamos aprendido a recorrer el cuerpo de nuestra pareja por los rincones más placenteros que puedan imaginarse, buscando cada día, orgasmos más profundos y prolongados.
30-Mar
27746
Esta historia me sucedio hace ya un año. Resulta que tenia para ese entonces 20 años de edad y mi hermana unos 17 años. La verdad que ella muy repentinamente empezo a formarse como mujer desarrollando su hermoso cuerpo, sus tetas, su culo, digamos todo. Estaba hecha una verdadera hembra. Yo de un dia para el otro me empezaba a excitar con sus movimientos y verla tan atractiva aunque fuese mi hermana.Todo empezo un dia Sabado cuando estaba con mi novia, resulta que esta se habia enojado cuando trate de...
24-Feb
29326
Basado en un encuentro real. Es pleno agosto en la ciudad, un calor terrorífico maximizado por un mediodía especialmente soledado, dos y media y cierro la tienda, pensando en la ducha de agua fria que me voy a dar, fria por dos razones, una obvia por el calor, y otra por la calentura que me da el verano, las mujeres y sus ropitas inexistentes y el hecho de no llevar ropa interior puesto que no tengo la costumbre (de eso ya hablaremos en otros relatos).
ando calle abajo sudando mares, con...
18-Aug
21032
Este es mi primer relato, comenzaré describiendome:
actualmente tengo 18 años, mido 1.70, soy moreno, muy flaco y marcado por que hace 3 meses empecé a ir a crossfit. no me considero feo pero tampoco guapo.
bueno, todo empezó cuando tenía 12 años, no se como ni por que pero ya me gustaban los hombres así que busqué gente en internet y así fue...el tipo se llamaba héctor, un señor de 37 años. nos quedamos de ver, me subió en su auto y me llevo a su casa. el era alto, un...
16-Nov
40291
Hola queridos amigos hoy que tengo un poco de tiempo les contare un poquito mas de mi relacion con mi querida SUSY:despues de transcurrida una semana yo volvi a paris y al llegar a su lugar de trabajo y no la vi,y pregunte a una amiga suya, me dijo ahora mismo se ocupo yo me sente en un banco pero alla en la espesura de los matorrales vi como una cosa blanca me fui acercando hasta que pude ver su minifalda la tenia subida hasta la cintura y...
20-Jul
16065
[Heterosexual] Había tenido una entrevista de trabajo satisfactoria y caminaba por la calle ancha con comodidad y presteza. Hacía calor por lo que decidí entrar en un bar a tomar una cerveza fresca. Al entrar tropecé con una preciosa mujer de ojos verdes, cabello rubio y cuerpo escultural, si bien bastante joven, de unos 25 años más o menos. La cogí por la cintura para evitar que resbalara, y roce uno de sus pechos con mi mano derecha; en ese movimiento, nuestros ojos se mezclaron y en su boca apareció una sonrisa de agradecimiento y cortesía.
03-Apr
34366