Azul , extraño azul .... cuentoseroticos

Me llamo Jorge, soy un profesional con buenos ingresos, casado, tres hijos, y una gran debilidad: mi frenética búsqueda sexual.

Durante mi vida nunca me fueron suficientes mis encuentros con mi pareja, sino que fuera de mi casa he buscado incesantemente satisfacerme con prostitutas de todas formas y colores. He hecho el amor a excesivamente gordas, flacas, pelirrojas, pervertidas, golpeadoras, masoquistas, etc..

Paseando con mi automóvil por una zona donde abundan esas mujeres en Buenos Aires, una noche, encuentro en una esquina una inquietante figura con un largo tapado negro. Paso muy despacio a su lado y cuando estoy pasando ella se abre el abrigo, y deja ver un cuerpo espectacular, alta con unas impresionantes tetas y una culo digno de un cuadro, solamente tapada por una ceñidísima tanguita color fucsia y violeta. Era morena, su pelo largo jugueteaba entre sus hombros y dejaba entrever un rostro ligeramente alargado y sus ojos estaban delineados con un color azul oscuro, un poco exageradamente, lo que le daba un aire vampiresco. Me sentí muy atraído por ella y me detuve unos metros mas adelante y ella caminó sin apuro hasta la ventanilla derecha de mi vehículo, habiéndose cerrado convenientemente su largo abrigo.

Parecía desde afuera una escena normal. Ella se agachó y vi el exquisito rostro y sus ojos profundamente azules que me hipnotizaron inmediatamente. Me dijo la tarifa y se dio cuenta que yo estaba extasiaUn sensación increíble fue desde el oído hacia mi espalda y me rodeó hasta que llegó a mi pene que se puso rígido como si hubieran apretado el botón de un timbre. Entramos a la habitación y yo me fui a lavar al baño, como es mi costumbre, ella aguardó a que saliera e hizo lo propio. Me fui desvistiendo despacio y me quedé solo con los slips mirando el espejado techo tendido sobre la cama boca arriba. Puse música y dejé una luz azul que me pareció adecuada. Cuando salió del baño la miré ya loco ...

y le dije "te dejaré que me comas ... hazme lo que quieras". Ella sonrió y siempre mirándome a los ojos, desde los pies de la cama, empezó a quitarse el corpiño dejando en libertad su busto erguido (pensé : "..debe tener como 110") y luego se hincó no dejando ni por un momento de mirarme ... Que tenían esos ojos? Yo estaba fascinado. Sus dedos fríos me acariciaban desde los tobillos a las rodillas y mis piernas se abrían cuando ella las detuvo y me quitó el slip con la habilidad de una enfermera. Entonces si, abrí mis piernas y ella siguió acariciándome los tobillos con esa mirada agresiva y extraña que me hacía estremecer de placer.

Empezó a acariciarme el pene y a chuparlo con tanta vehemencia que creí que iba a acabar en ese mismo momento entonces estiró su lengua por alrededor de mis bolas y se quedó jugueteando con ellas me hizo cerrar las piernas sobre su hombros y me levantó con soltura levemente como para poder acceder a mi culo. Su lengua dejo mis bolas y empezó a lamer la parte posterior hasta llegar al culo. Nunca me habían hecho un "beso negro" porque no me gustaba ... pero lo de ella era extraordinario empezó a lamer mi ano y a penetrarme con la puntita de su lengua. Esa fue la cima del éxtasis. Yo ya estaba volando a diez mil metros en el fragor de la pasión. Sentí algo húmedo tibio que se deslizaba por mi ano y ella empezó a jugar con su dedo y a hacerme un placentero masaje moviéndolo de arriba a abajo. Allí empecé a sentir que acababa y se lo dije .... ella me ordenó : "Espera..." y me puso los tobillos en sus hombros. Entonces fue el miedo ... y la excitación.... . Entonces me tranquilizó y me dijo : "Me doy cuenta queDescubrí entonces que estoy cambiando y que si bien me considero masculino, tengo una nueva necesidad y una búsqueda incesante : la busco por toda la ciudad y no la puedo hallar.

Jorge