Hace tan sólo unas horas
Los rayos del sol penetran por la ventana de mi habitación y la claridad me despierta, alargo la mano en tu busca y no te encuentro, ya no estás, te has ido sin despertarme. Tan sólo queda ya en mi cama el calor que tu cuerpo ha dejado sobre las sábanas y tu fragancia, también se perciben los aromas del incienso y la cera de las velas quemadas. Todo ello me hace evocar los momentos vividos hace tan sólo unas horas.
Llegué a casa alrededor de las nueve de la noche, nada más abrir la puerta, el olor del incienso me dijo que estabas en casa. Caminé hasta la habitación y allí me encontré un reguero de velas perfumadas encendidas que conducían hasta el cuarto de baño, me asomé a la puerta de éste y allí te vi, como si de un altar se tratase, innumerables velas de distintos colores y tamaños te adoraban, sus llamas dibujaban sombras por todo el cuarto de baño y tú mientras, me mirabas desde la inmensa bañera repleta de agua caliente y espuma. Tan solo se veían tu cara, tu cuello y tus brazos.
El agua está en su punto, ¿a qué esperas para venir a frotarme la espalda?
No te esperaba hoy, creí que no vendrías hasta el sábado. Dije mientras comenzaba a desnudarme.
La semana se me hacía interminable sin estar contigo, así que hice una escapadita, mañana he de volver pronto.
Yo también te he echado de menos. Dije mientras la besaba y me metía a su lado en la bañera.
El agua casi quemaba, tal y como a ti te gusta, la espuma y las sales con aroma a jazmines envolvía toda la bañera. Me coloqué frente a ti y te acercaste a mí, me besaste con pasión, tus carnosos labios devoraban mi boca, tu lengua bailaba con la mía en un abrazo húmedo. Colocaste tus piernas sobre las mías y te aproximaste más a mí, notábamos la cercanía de nuestros sexos. Separaste tu boca de la mía y me miraste, recostaste tu cabeza en mi pecho mientras yo acariciaba dulcemente tu nuca y tu espalda.
Necesitaba estar a tu lado, sentirte, tener tus besos y tus caricias, notar el roce de tu piel. Las noches en soledad se me hacen interminables, tu recuerdo no me basta, necesito sentirte a mi lado. Dices como una niña mimosa a quien le impiden hacer algo.
Mi amor, yo también te necesito, esta distancia que nos separa me quema por dentro, disponer tan sólo de los fines de semana para nosotros me sabe a poco, mi cuerpo añora al tuyo, es como si me faltara una parte de mí. Te digo mientras te acurrucas más sobre mi pecho y yo te abrazo con fuerza.
Nos besamos nuevamente, con frenesí, como si nada más en la tierra existiera, solo nosotros dentro de la bañera. Noto tus manos bajar por mi pecho, por mi vientre, hasta alcanzar mi sexo. Lo acaricias dulcemente, juegas con él y lo masajeas con lentitud, percibiendo sus latidos y como parsimoniosamente va aumentando su tamaño.
Mis manos bajan por tu espalda hasta llegar a tu culo, lo acaricio, lo aprieto sintiendo su turgencia, recorriendo tus nalgas. Te acaricio íntimamente, mi mano roza tus labios vaginales, los recorre delicadamente, nuestra respiración se hace más rápida.
Tus manos recorren el tronco de mi excitado pene en un hermoso vaivén, de la base hasta alcanzar mi sonrosado glande. Mis dedos acarician tu ya excitado clítoris, mientras nuevamente nos besamos.
Mi dedo corazón se adentra ahora en las profundidades de tu sexo, penetrándote poco a poco, notando las contracciones de tu vientre, acariciando tu interior en movimientos circulares. Mientras mi dedo pulgar continua el masaje sobre tu clítoris. Has aumentado el ritmo con el que me masturbas. Nuestras respiraciones son más agitadas, los gemidos inundan el cuarto de baño.
Besas mi cuello, tu lengua lo recorre como una serpiente, tus labios absorben mi piel y un tierno mordisco me indica que ha llegado el momento, es tu manera de decirme que me quieres en tu interior.
Salimos de la bañera y nos secamos sin convicción, te tomo en brazos y te acuesto en la cama. Mi boca aprisiona uno de tus pechos, mi lengua juega con su pezón. Mientras una de mis manos acaricia tu otro pecho.
Mis labios cambian de pecho, tus gemidos aumentan.
Lentamente voy bajando, mis labios recorren tu vientre, besan tu ombligo. Entierro mi cabeza entre tus piernas abiertas, mi lengua recorre tu sexo arriba y abajo, juega con tu clítoris, incluso intenta penetrarte. Mis dedos la ayudan, abriendo más tu sexo, como si de una flor se tratase, una flor con un néctar delicioso que fluye empapando mi cara y tus muslos.
Ven. Dices mientras tus brazos tiran de mi cabeza hacia tu cara.
Notas en mi boca el sabor de tu esencia, te giras sobre mí quedando encima. Apoyas tus manos en mi pecho y te sientas sobre mi vientre. Noto tu sexo ardiente y húmedo sobre mí, desplazándose hacia atrás hasta que tus nalgas tropiezan con mi pene completamente erecto.
Me chupas y lames los pezones mientras mis manos juegan con tus pechos. Levantas tu cara y me miras a los ojos.
Te quiero. Dices mientras levantas tu cuerpo lo justo para alcanzar con una de tus manos mi polla y acercarla a la entrada de tu vagina.
Te quiero. Te digo, mientras poco a poco te dejas caer sobre mi polla penetrándote tiernamente.
Me adentro en tu interior con un placer embriagador, tu sexo me absorbe, me devora, me aprisiona. Nuestro ritmo es muy lento al principio, nos gusta comenzar así, ver nuestras caras, besarnos, disfrutar de nuestros gemidos, acariciarnos.
Poco a poco ir aumentando el ritmo, disfrutando cada segundo, penetraciones profundas que acarician todas tus paredes vaginales, contracciones pélvicas y rugidos de tu garganta me indican que tu orgasmo está al llegar.
Aumento el ritmo de la penetración, quiero alcanzar el orgasmo a la vez que tú, gemidos de placer salen de nuestro interior.
Noto como tu sexo me está empapando y en ese instante yo también estallo, derramándome en tu interior, disfrutando ambos de un placer indescriptible.
Te recuestas sobre mi pecho, aún estamos unidos, no he salido de ti, los dos exhaustos, empapados en sudor.
Nos besamos, nos acariciamos y nos decimos hermosas palabras y también alguna tontería como si fuéramos unos quinceañeros. Me encanta la expresión de tu cara después de hacer el amor, tu mirada es más profunda, más brillante, tus mejillas sonrosadas, tus labios más rojos aún si cabe, gotas de sudor que perlan tu frente. Jamás has estado tan hermosa como en ese momento.
Te amo, te amo como jamás he amado a nadie en este mundo. Te susurro mientras beso tus labios.
Te amo. Nos fundimos en un dulce y cariñoso abrazo.
Y así, pausadamente reponemos fuerzas.
La noche fue larga y hermosa, y nuestros encuentros apasionados varios. Ahora, sólo sobre la cama, rememoro cada instante de esta noche pasada a tu lado. Giro la vista hacia la mesita y allí veo tu nota:
Tranquilo mi vida, tan solo faltan dos días para volver a vernos. Besos, te quiero.
Es cierto, el sábado está próximo.
Relatos relacionados
Esto sucedio una noche cuando visite ebrio a mi tia chelo ( le decimos chelo patas planas ) resulta que un día cualquiera visite a mi tía, todo pedo en la familia ya saben que es una puta borracha y pendeja , bueno pues esto no paso desapercibido por mí, su sobrino teniendo 17 años y llegando pedo a su casa la invite a chupar , cual fue mi sorpresa qué me dijo que si , me traje unas caguamas bien frias 5 para ser exactos , nos chingamos...
12-Apr
51044
Rencuentro con el ruteroHola, soy la señora del amigo que conto la experiencia con el camionero, allá en la laguna de Junín.Tengo 32 años, soy rubia, medidas normales, algo tetoncita y caderudita. Fogosa además por lo que hemos podido comprobar bastante calentoncita.Después de haber tenido esa experiencia semi fallida en Mendoza, por que el marido de mi prima se comporto como un flojo, surgió lo del camionero con su doble cabina. No fue la de Mendoza la primera como conto mi marido sino que habíamos tenido un encuentro de besos...
22-Jan
21660
Recuerdo varias cosas que me ocurrieron en mi preadolescencia, que espero que os guste.Como ya sabéis vivía con mi abuela y mi prima, y teníamos entonces 12 o 13 años, en mi pueblo al sur en el interior de España, donde el calor es horrible, sobre todo en verano.Mi prima, Maria, y yo dormíamos en el mismo cuarto, y mi abuela siempre venia a despertarnos, yo y mi abuelita, teníamos una relación especial.-.vamos hijo, ya es hora,- ella me destapaba y solía agarrar mi culito, dormíamos solo con un calzón,...
17-Mar
77445
Este relato me sucedió hace unos cuantos de años, una vez que me hospitalizaron porque tuve un ataque de albúminas, permanecí allí un par de semanas, las cuales se me hicieron muy pesadas y largas. Estaba en un Hospital privado, y en la habitación había únicamente una cama, pues eran individuales, solía tener un familiar a mi lado para que me asistiera por si necesitaba algo. A los pocos días ya conocía a todo el personal, tanto a sanitarias como celadores, y fui cogiendo confianza con ellos, aunque con una...
09-Dec
27704
Esta no es una historia mía... como sabía la autora que me gustaban las historias... espero que os guste tanto como a mí. Eran carnavales, ¡cuánto juego dan los carnavales! Ser quien no eres y esas cosas. Pero no se equivoquen, los dos protagonistas de esta historia eran quienes eran cuando hicieron lo que hicieron, y puedo asegurarles que sus disfraces no tuvieron que ver... más que en un pequeño detalle; una cuestión de tapas.... ¡Ah, cuánto, cuánto juego dan los carnavales! Él llevaba un traje de Capitán Garfio, con...
01-Jan
14639
Historia verdadera contada en seis capítulos, seis experiencias vivida por mi esposa y por mí en un fin de semana que disfrutamos en un pintoresco pueblito en el cual se celebraba la fiestas patronales de la población.Capitulo 6 (La sorpresa)-Que te pareció Mauri, que opinas, te gusto? -En verdad es una experiencia única, pero para Viky me imagino fue lo máximo, nunca la había visto tan excitada, ha debido haber quedado destrozada, me imagino que no va a querer saber de sexo por una semana. -Estoy de acuerdo...
20-Sep
22001
Siempre nos han dicho que deberíamos estar juntos, que nos gustábamos pero siempre lo negamos, que equivocados estábamos. Ya estaba durmiendo me, cuando sentí que tu también te recostabas en la cama, pero te ibas acercando a mi; cerré mis ojos para que pensarás que estaba dormida, pero mi corazón latía cada vez más fuerte, era imposible dormir. Acariciabas mi brazo de tal forma que se me erizaba la piel, fuiste bajando hasta mi cintura, la rodeaste y te quedaste así un rato, cada vez me atraías más a...
20-Jan
29349
Este es un relato dedicados a aquellas hembras un poco o bien federales, pero que se manejan un rico cuerpo, sobre todo alguna con un culo de ensueño.
En mis primeras experiencias de la chamba me toco ir hacia un caserío de Ucayali allá por los años de 1998; un caserío pequeño, con carencia de agua y luz por aquellos años, en mis ratos libres por las tardes salía a dar alguna vueltas y chequear el material que por allí se exhibía; en una oportunidad me dirigí a un kiosquito donde...
28-Nov
35062
Me llamo wendy tengo 17 años y confieso que me siento atraída por mi sr padre y por mi padrastro; desde que tengo uso de razón siempre vi a mi padre y a mi madre tener relaciones se escuchaban claro los gritos de mi madre ya que antes vivíamos en una casa pequeña donde yo dormía en la misma cama con ellos en pocas ocaciones cuando ellos tenían relaciones sentia como mi padre me mandaba dedo en mi cosita nunca supe si mi madre se daba cuanta de ello ya...
05-Apr
111634